
Iniciado por
Cocodrilo feliz
Quiero agradecer de forma infinita porque no sé expresarlo de otra manera, los muchos mensajes de pésame que por la muerte de mi hijo he recibido y aun estoy recibiendo. Intento hacerlo contestando uno por uno pero no puedo y por eso, en lo que a "Webcampista" respeta, lo hago en este hilo, porque en algunos momentos la emoción y un nudo en la garganta acaba llenándome los ojos de lágrimas. Nunca un padre se hace a la idea de sobrevivir a un hijo; y cuando esas 48 horas de usos sociales, religiosos y administrativos terminan, parece que ya toda la emoción bajará a niveles más soportables, pero resulta que no, que ahora es cuándo la realidad se presenta con crudeza mostrando el hueco que en la familia ha dejado.
No recuerdo que en la prensa local a una persona le estuviesen dedicando tantos testimonios de pesar en los obituarios. En las redes sociales estoy intentando leer todo lo que se ha escrito y todavía no lo he conseguido. En ese aspecto, como padre, y amigos que éramos, me siento confortado. Incluso en el GP de Montealegre (Portugal) uno de los pilotos que subieron al podio señaló al Cielo dedicándole el triunfo. Con tanto, para un padre, llorar es inevitable.
Finalmente, el pasado sábado al regresar a la soledad de mi casa, abrí el ordenador porque estoy recibiendo llamadas relacionadas con la venta de la caravana. Entré en este foro y me topé con un hilo que había abierto "Sevilla" en el que, por error, se daba la noticia de mi fallecimiento. La relación de nuestras familias es muy sincera y cálida, y de "Sevilla" sé que sólo puedo esperar cariño. Tras unos cuantos post de otros tantos usuarios lamentando mi muerte, alguien advertía el error y el "webmáster" lo corrigió de inmediato, borrando todo el hilo. Ni siquiera me dio tiempo a mi de "entrar"... pero sí de experimentar algo insólito, como es saber qué se dice de tu paso por el mundo después de haber muerto. Pero este error, dado que nos llamamos los dos igual y el segundo apellido es menos conocido aunque tiene parecida sonoridad, ocurrió en los foros y ambientes de la fotografía, del motor, de la radioafición... donde igualmente fueron borrados. Lo normal, por las edades (el 14 cumplo 87 y el 17 él cumplía 59) es que el fallecido hubiese sido yo. No deja de ser una anécdota algo macabra y en cierto modo patética, pero en mi fuero interno agradecía los comentarios póstumos de los que no me rechazan ni persiguen, al tiempo que comprobaba que "otros" no llegaron a conocer el hilo.