Iniciado por
Motero
Allá voy.
Mis padres tenían un chalet en la afueras de Madrid donde pasabamos los fines de semana, y en vacaciones alquilaban algún apartamento. De esto apenas me acuerdo porque cuando yo tenía 5 años, y despues de mucho insistir, mi padre convenció a mi madre para ir de vacaciones de camping. Primera noche en un camping en Barcelona, y dispuestos a estrenar tienda de campaña, una vez montada comprobamos que sólo cabían 3 personas, así mis hermanas y mi madre durmieron en la tienda y mi padre y yo en el R-12 ranchera, y al día siguiente fuimos a comprar otra tienda..... y hasta hoy no he dejado de hacer camping. Con mis padres vinieron más tiendas, la caravana, el Mobil Home, y por mi lado yo, cuando con 18 años conocí a mi actual mujer (ella tambien era campista) empezamos a hacer nuestros viajes por España y Europa en moto y tienda de campaña. Mucho camping, concentraciones, GGPP, y disfrutando muchísimo, y siempre con la ilusión de tener algún día nuestta propia caravana, pero sin presupuesto.... las motos se lo comian todo. Un día dimos el salto al carro tienda, y 8 meses despues lo estaba vendiendo para comprar nuestra primera caravana. Una Knaus Sport nuevecita que ni nosotros nos lo creíamos. Jamás olvídare aquella primera salida y aquella sensación de meterme en la cama de mi propia caravana la primera noche. Aquí mi mujer se plantó con el tema de la tienda, y solo conseguí engañarla un par de veces más para salir con ella, pero yo a día de hoy me sigo haciendo alguna escapada de vez en cuando con la moto y la tienda. Volviendo a la caravana, a los dos años y medio de tenerla nació nuestra hija mayor, y entre que no me apetecía montar y desmontar camas, y que la primera vez se me quedó la espinita clavada de no poderme comprar la caravana que yo quería por un tema de pasta, vendimos esa primera caravana y nos compramos una de tres ambientes.... y ocho años y medio despues, este fin de semana pasado se la han llevado sus nuevos dueños, y nosotros estamos terminando de decidor la autocaravana que nos vamos a comprar.
Oscar, ahí tienes mi C.V. campista, si te falta algún detalle, no te cortes, pregunta jajaja.
Jamás le podré estar suficientemente agradecido a mi padre, por haber convencido a mi madre y gracias a eso, haber conocido yo este mundillo, ni a mi mujer por seguirme el rollo y aguantar mis locuras campistas desde el primer día.