Salimos de Móstoles con dirección a Castellón, para llegar a Alcossebre, al camping Ribamar, donde habíamos decidido pasar unos días. La llegada al camping no tuvo dificultad, ya que las indicaciones eran precisas a pesar de tener que dejar el asfalto y circular por un camino polvoriento dentro del paraje natural de la Sierra de Irta.

El camping esta nuevo prácticamente en su totalidad y la atención que ofrece el personal es fantástica, nos dieron un plano de la zona de parcelas y de las libres podíamos elegir la que quisiéramos, así que con las mismas nos dimos una vuelta y la agraciada fue la J2.

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