Iniciado por
Cocodrilo feliz
Este pretende ser un hilo sobre el concepto de la moral, y cómo, según épocas y según convenga y según dónde, lo inmoral, lo corrupto, lo abyecto, es socialmente respetable. Y lo baso en hechos reales.
Cuando era joven, la moral que imponía la Iglesia Católica, y el respeto que exigía, se expresaba entre otras costumbres en que las mujeres no podían acceder a los templos sin llevar velo en la cabeza, lo que suponía una reminiscencia de la vestimenta de los países de Oriente Medio. Tampoco sin medias. Evidentemente, imposible de manga corta. Sin escotes. Inimaginable un mujer en un templo católico con pantalones. En la actualidad se darían con un canto en los dientes si asistiesen en pantalón corto... La moral, por lo tanto de aquellos años, no es la misma moral que ahora. Bueno, no tengo claro si era una cuestión de moral o de respeto al Sumo Hacedor.
Volviendo en el tiempo, si una mujer joven tenía la osadía de entrar sola en una cafetería y pedir la consumición en la "barra" era considerada de inmediato poco menos que una furcia. Y su mayoría de edad era a los 23 años cuando los hombres la tenían a los 21. Una mujer casada, mayor de edad, aunque tuviese una enorme fortuna heredada de sus padres, no podía disponer ni de un céntimo sin la autorización de su esposo. La Constitución acabó con todas estas injusticias, con esta moral de conveniencia, con este respeto impuesto al más débil.
Había un empresario de los más conocidos de la provincia que todos los días acudía a misa y comulgaba. Era considerado un dechado de moral. Pero era sabido de todos que tenía una criada a la que le pagaba cuatro perras, no estaba dada de alta en la SS y ni siquiera tenía derecho a un día de descanso a la semana; y de vacaciones nada. En su empresa la mayoría del personal figuraba en nómina con un salario inferior al que cobraba, para pagar menos a la SS, y parte de ellos, no tenían ni contrato. También se sabía que tenía una querida. Pero como iba a misa todos los días y comulgaba, era un dechado de moralidad, persona respetable y un ejemplo a seguir.
Dos conocidos empresarios estaban en edad madura (por encima de los 60) y solteros... de "oro" porque tenían buenas fortunas. Había un famoso café-cantante en el que diariamente actuaban artistas que habitualmente y procedentes de Andalucía y Valencia, iniciaban en Ourense sus primeras actuaciones. La censura exigía que todos los trajes de las actuaciones fuesen presentados mediante fotos, en la Delegación de Turismo. Como era su debut profesional, no traían esas fotos y me llamaban para que las hiciese y entregase rápidamente, antes de su primera actuación. Si había escote ordenaban que se pusiese un "tul" oscuro... y las que bailaban, unos "pololos" para que les tapasen las bragas. Eran normas de la Dictadura, eran la moral y la hipocresía de aquella sociedad pacata y respetuosa con la decencia.
Los dos empresarios solterones de "oro" solían acudir a diario... no después de comer ni al pase de las 7, sino al de las 11 de la noche que era el más golfo y donde a las bailarinas se les "olvidaba" ponerse los "pololos" y enseñaban, las muy pícaras, las bragas. Al terminar el espectáculo los dos solterones de "oro" se iban... no sin antes avisar a dos muchachos de esos que están en la edad justa y con un físico (como el de CR7) irresistible para toda mujer que se precie. Y los muchachos esperaban a dos de las bailarinas y se las llevaban del brazo ante la envidia de más de uno... a una fonda próxima. Allí, las artistas desaparecían durante casi una hora mientras sus dos acompañantes tomaban unas copas. Luego reaparecían y las acompañaban a sus alojamientos. Pasado un tiempo discreto... los solterones de "oro", casualmente, también abandonaban la fonda. Y esto ocurría con prácticamente todas las artistas (casualmente "cuidadas" por sus madres) que pasaban por aquel café-cantante. Los dos "vejetes" solterones de "oro" eran ciertamente dos personajes muy queridos y muy respetados en aquella sociedad de Ourense. (Por cierto: una de las muchas bailarinas que por allí pasaron, poco agraciada, agitanada y dicharachera, se llamaba Lola Flores...)
Años antes de toda esta historia de vejetes solterones de "oro", antes de que iniciase mi vida como fotógrafo, cuando tenía un despacho de gestor administrativo, para obtener el carné de conducir y para que nos diesen las matrículas de las motos y coches, se presentaba la solicitud en una ventanilla de Obras Públicas, y, si estaba conforme, la remitían a Industria donde un ingeniero te examinaba, o, revisaba que la documentación se correspondía con la moto o el coche. En unos casos la documentación quedaba "dormida" y siempre estaba abajo de todo en la mesa del funcionario, y en otros, al día siguiente ya estaba en Industria, donde todo era muy rápido y enseguida podías pasar a recoger el carné o la documentación de la moto o el coche. Y como una cosa es ser honrado y otra tonto, aprendí que el "documento" principal de cada expediente era un billete de 25 ptas metido disimuladamente con el resto de papeles... ¿Está claro?
Un baile, en aquellos tiempos era algo difícil de que la autoridad competente (gobernador civil y jefe del Movimiento) lo autorizase. Así que en algunas sociedades más o menos camuflados y en fechas muy especiales, se hacían fiestas para la "jet" de la ciudad. En esas fiestas, los principales animadores eran dos cuñados (esposas hermanas) uno funcionario de Obras Públicas y el otro de Industria. O sea: los dos compinchados para repartirse las 25 pelas de los sobornos. Eran simpáticos, ocurrentes, muy queridos y sobre todo, respetados. En el viejo cementerio, nada más entrar hay un mausoleo de piedra, espectacular, donde reposan los restos de estos dos respetados personajes y de sus esposas.
¿Qué tienen que ver con el campismo? Mucho: Ellos me expidieron mi primer carné de conducir y la matrícula de la primera moto que he tenido, con la que hice mis primeras acampadas. Y de las siguientes... hasta que se formó la DG de Tráfico. ¿Y las bailarinas? Elemental: gracias a las fotos que les hacía pude comprar la moto e irme de campin... ¿Y lo de la comunión diaria y los velos? Evidente: Mi esposa fue de las primeras (o la primera) que se puso pantalones para montar en moto e ir de campin... y en quitarse el velo... de los ojos. Y pese a tales desmanes siempre fue mujer discreta y respetada.