12-07-2008.

HUELVA. La Asociación Provincial de Camping ha denunciado la proliferación durante los meses de verano de acampadas ilegales a lo largo de la Costa onubense y estima que, en estos momentos, pueden ser entre 200 y 300 puntos donde se producen las concentraciones en mayor o menor proporción. Desde la zona más occidental del litoral, de forma especial en el término de Isla Cristina, hasta Matalascañas, caravanas y campistas ocupan el dominio público e incluso zonas próximas a parajes naturales (y los mismos parajes) sin que, según el presidente de la referida asociación, Saturnino Jiménez, se ataje esta situación, por lo que ha demandado coordinación a las administraciones con competencias en el asunto "para que hagan cumplir" la normativa e impongan sin reservas las sanciones que marca la ley.
Jiménez, que preside también la Federación Andaluza de Camping, anunció que el sector ha solicitado una reunión con la Consejería de Turismo de la Junta para que sea este departamento el que coordine un paquete de acciones que ponga fin al incremento de acampadas, en el que tienen mucho que decir tanto la Administración andaluza, como el departamento de Costas y los ayuntamientos, que tienen en sus manos -subrayó- la posibilidad de poner en marcha una normativa para regular estas prácticas.

Para el sector, el problema va más allá de que se sortee la normativa. Estas acampadas además llevan aparejada una serie de riesgos que, subraya el presidente de la asociación, no deben perderse de vista ni minimizarse. De un lado, concreta, existe un problema de seguridad desde una doble vertiente, la propia de las personas que acampan en lugares prohibidos y no regulados, que pueden ser asaltados o atacados (como ha sucedido en ocasiones) y no tienen capacidad de defensa ni de alertar de forma inmediata a las fuerzas de seguridad, y de otra, por el hecho de que estas mismas personas están fuera de cualquier circuito de control policial. En segundo lugar, conllevan un riesgo sanitario por los vertidos que producen y de forma especial porque los waters químicos de estos vehículos "son muy agresivos". "Hay quien es muy civilizado y otros más anárquicos en los que prevalecen las malas formas", manifiesta.

Jiménez indicó que el sector no se opone a que estas caravanas dispongan de un sitio "para descansar y con todas las garantías pero es que en la provincia se está dando un abuso y, al ser muy atractiva para los turistas, se instalan de forma indefinida". Incluso la asociación ha detectado foros de internet en los que se dan a conocer las zonas o puntos del litoral en los que se puede acampar "sin problema ninguno porque no les ocurre nada".

Jiménez afirmó que algunas de las administraciones con competencias, como es el caso de la Dirección General de Costas, "es muy celosa en que las acampadas no se produzcan en sus zonas de influencia" al tiempo que consideró que si bien determinados puntos están señalizados, una de las medidas a implementar es el aumento de estas señalizaciones en aquellas zonas prohibidas, tanto en el litoral como en el interior, como es el caso de la Sierra de Aracena.

Este fenómeno tiene un efecto más ya que la acumulación de basuras en las playas puede convertirse en foco de infección y contribuyen a dañar la imagen de la costa , a veces por tratarse de "parajes privilegiados" o incluso de paseos marítimos de los municipios, subraya.

Tanto la Policía Autonómica como el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) realizan controles y notifican los casos que se detecten al departamento andaluz de Medio Ambiente. Fuentes del Instituto Armado precisaron que hasta la fecha se han tramitado diez denuncias por acampadas irregulares y que el pasado 2006 se cerró con 53, casos en los que no están contabilizados las denuncias de otros cuerpos policiales.

El perfil de los visitantes que suelen protagonizar las acampadas irregulares es de nacionalidad extranjera en el 95 por ciento de los casos, en su mayoría de origen alemán, holandés e inglés, que acuden a la provincia atraídos por los recursos naturales y el clima. Según los datos de que maneja la asociación respecto a la edad de estos turistas, suele tratarse de personas jubiladas de forma mayoritaria.

Para acabar con estas acampadas ilegales en las playas, la Demarcación de Costas andaluza ha anunciado este mismo verano la puesta en marcha de un paquete de medidas, como la colocación de cartelería informativa para disuadir a aquellos que se propongan pernoctar en las playas como primera de las acciones que pondrá en práctica. La intención de este organismo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, es instalar los referidos carteles informativos en las zonas del litoral que más problemas concentra. Otra fórmula para tratar de reducir en lo posible este fenómeno en las costas, según la experiencia anunciada para puntos cercanos como el litoral gaditano, consiste en la instalación de obstáculos, como pasarelas, zanjas o algún tipo de cerramiento, que impida el acceso de los campistas y de sus autocaravanas a la arena seca de las playas.

El fenómeno de las acampadas irregulares se incrementa sustancialmente en los meses de verano pero no es exclusivo de esta época. En el caso de la provincia, ya en el mes de noviembre de 2006 se detectaron grupos de 60 o 70 caravanas que iban rotando por diferentes puntos de la Costa. Por la experiencia de la Asociación Provincial de Camping y Ciudades Vacacionales, esta estancia ilegal y al margen de los lugares autorizados se extiende casi todo el año, desde el otoño hasta Semana Santa y crece en los meses de verano. Estos visitantes, según el sector, suelen tener un efecto llamada tanto de extranjeros como de turistas nacionales que suele tener como hábito acudir a los espacios autorizados en vacaciones.

fuente: huelvainformacion.es - tu información en tiempo real